Capítulo 20.
-Las cosas no son como creemos que tienen que ser.Si tienes una cosa de mucho valor lo más normal es que la guardes bajo llave,o bien escondida -detrás de un cuadro,en un cojín,en el colchón...todo menos en un cajón de sastre lleno de tapones de corcho,clavos,bombillas fundidas,alguna herramienta inservible o no.
-Y allí estaba,el cajón abierto mostrando todo su contenido amontonado,ladrón o ladrones de ideas fijas .
-Ni Pedro ni Susana sabían donde.En un principio por desconfianza,ahora por su ausencia-tendría que decírselo-
-No podría ser más feliz que cuando la poliniñera me traía a mi hija para darle el pecho,después me la ponía encima del vientre donde se quedaba dormida como una ranita.Tan feliz que no me acordaba del sexo,podía estar sin nada dentro de mi vagina,esperaba ver sus ojos,su boca amada-le esperaba a él.
-Vino a mi cabeza la idea como un viento rápido y también se fue rápido.no le vería mientras estuviese la casa llena de agentes,todos le conocían como dijo Susana ,pequeño ratero típico en Madrid,sin ellos no sería igual esta ciudad.Tenía que hacer se dejasen ya de tanta vigilancia ...¡y el vendría a mis brazos,conocería a su hija¡-
-Al que parecia el jefe mientras tomaba un cafetito en la cocina con su compañero le dije¡buenos días¡-¿que tal,aburridos? -yo creo que debian dejar la vigilancia yo estoy bien y mi pequeña está bien y solo echaremos en fata a Emi,que es un encanto...¿no cree usted?-bueno a todos ,no se me ponga triste.
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