Capítulo 60.
- Aquel día era el escogido , Alberto de guardia , Susy tenía juicio , - le llevé una tetera recién hecha .Estaba mirando detrás de su ventanal , un rayo de sol le daba brillo a su piel morena - ¿ cuantos años llevaría sin que le diese , no solo el sol , la luz ? -No se volvió ... Hoy es el día , y te veré cuando llegues...- Le dí un beso en cada ojo , en los carrillos , en la frente - volveré junto a ti .
- Mientras cruzaba medio Madrid en el taxi , esa ciudad que me vio nacer , me preguntaba si algún día tenía que vivir en otro sitio , en otra ciudad o pueblo -¡ cuanto lo echaría de menos ¡ - y por otra parte , pensé ¿ porque pensaba en irme ? - ¡ estoy alterada ¡ - primero Tina que sabía que hoy vendría a la antigua casa -¿ como ? - ¡ que no he dicho nada a nadie ¡ - y que pensar en lo que me podría encontrar ...¿ miedo ? - era eso - no , el miedo hay que razonárlo ( me enseñó mi madre) -Si lo que tienes que ver no te hará daño , será un cadáver repugnante que nunca te volverá a maltratar ...un cadáver .
- La otra noche me dijo Alberto : Tenemos que usar una goma , por ahora no te conviene quedarte embarazada - más tarde tu decides.Y sacó una tan fina , trasparente .
- Las conozco , las traía mi marido del extranjero pero con unos bordes duros por fuera , tan duros que me desgarraba la vagina - bueno tu lo viste -
- Lo recuerdo , pero no sabía como ni con que -
- Me enseño a ponerla - y cuando entró en mi ni la note ¡ - el propio goce que me hacía sentir me hacía amarle más y más .
- Doble la esquina y el viento frío me dijo - piensa en el ahora - deja lo de anoche ...
- Caminaba deprisa , ¡ que invierno más crudo ¡ - ¿ que era eso ? -una valla puesta en la entrada y un cartel de -prohibido el paso por derribo - ¡ unas tablas cruzadas delante del portón ¡ .- imposible intentarlo ...el destino ¿me ayudaba ? -¿ que me reservaba ? - .
- Llegué a casa , subí la escalera , entre en el cuarto de Tina que ya estaba sentada en la mesa camilla con brasero encendido , a pesar de que había calefacción .- Me senté enfrente y dejé que leyese mi alma.
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