capítulo 31.
¡ Cuanto desehaba que alguien me ofreciese su pecho para llorar¡ - siempre me tocaba acariciar cabezas ajenas.
Disculpe ...no debía ...
La separé de mi pecho , suavemente levanté su cara y sin suavidad alguna lé quité las lágrimas de un manotazo .
Hablemos - junté el otro sillón de las visitas al mio - sé sentó - respiró con fuerza - me cogío la mano y me miró de frente .Carrasqueó su garganta - sorbió los mocos
Creo que no podré ocuparme de su caso ( séa lo que séa ) y lo siento , ¡ pero tengo que huír ¡ - ¡ tengo que cambiar de domicilio ¡ -
Calmesé - despacio - ¿ no le ofrecí mi ayuda ? - no me diga el porqué - pero le ofrezco mi casa - sin lujos...pero , creamé - ¡ sé esconder a la gente ¡ - no sabe usted lo bien que lo hago - para que confíe en mi le diré - llevo tiempo escondiendo a un marido perverso y nadie le encontrará hasta que yo lo decida ...- lo tengo preso...-
Bueno - pensará - ¡ confiar en mi sin conocer mi historia ¡ - ¡ es de locos¡ .
Venía a que me dijese que puedo hacer para declararle desaparecido--
y no me diga que acuda a la policia - ni a la iglesia - siempre dicen lo mismo ...la mujer calla y espera ...por eso vine a pedir su ayuda .
Quiere decir , que usted sola , encerró a su marido y ...
Yo sola , no tengo quien me ayude - pero tampoco me ha hecho falta ...
¿ Puede alojarme por unos dias ? - solo por unos dias ...luego me iré ...no quiero que se encuentre implicada en esta horrible negra historia .
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