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martes, 12 de noviembre de 2013

Tiempos de Silencios - capítulo 10.

Capitulo 10 .
Esperando en la cola , para llevar a las monjitas un buen puchero de macarrones con tomate - ¿ podrían comerlos ? - ¡ no sería demasiado lujo , pensé ¡ - ¡ es que yo no sabía que comerían las monjas ¡ - pues mejor pecar que morir de hambre ...
Empecé a fijarme - cuantos hombres pasaban por delante de la cola apresuradamente - seguían hacia abajo por el callejón - que nunca había yo pasado -y ahora . Estaba intrigada y el puchero en el suelo ...no podía moverme . Cuando lo puse en el torno - pedí escusas a la monja ...¡ perdonen no sabía que traer ¡ Dios se lo premie ¡
¿ sentí murmullos y risas detrás ?
Salí pitando - quería averiguar a donde conducía esa calle tan estrecha y porque pasaba tanta gente .
Al acabar la pared de las monjas - lo nunca visto - un frontón - eso ponía en la entrada - FRONTON NOSEQUE .
No sabía lo que era eso , pero desde la calle se oían los gritos - luego silencio ...y tac -tac - tac - tactactac y empezaban los gritos e insultos - de nuevo silencio y tac- tac....
Entré , subí un tramo de escalera y me asomé - era un lugar muy iluminado -según se entraba unas gradas llenas de gente gritando - al frente una gran pared y en medio un señor que llevaba una especie de cesta en su brazo - bueno miré bien y eran dos . Recogían una pelota en el aire , que el otro había lanzado a la pared que tenían ellos enfrente ...tac pelota golpeando - tac y recogía el otro , lanzaba y otro tac ...y si no la recogía , caía al suelo y rebotaba- esos rebotes eran seguidos que me intrigaban tanto . el griterío era por eso , porque perdían la pelota y el dinero apostado ...
Y esa pared era la que separaba el frontón de nuestra casa -
¡ Que descubrimiento ¡ Todo el día vacío y por la tarde-noche , desde allí no creo que nadie oyese si alguien gritaba.Perfecto.
Volví sobre mis pasos - entré en el portal contenta - por los macarrones y por la comprobación .
Al fondo , detrás del ascensor estaba Tina - siempre sentada , debajo de una tulipa liando cigarros habanos,
no volvía la cabeza cuando entraba alguien - conocía los pasos de todos nosotros .
Buenas noches Tina ¡
Buenas noches señorita ¡
Nunca lo había hecho - pero quizás por mi alegría - entre y la planté dos besos en aquella cara acartonada-
Llevaba de portera ¡ no sabía cuantos años ¡
Cuando un día entré y me senté frente a ella - metí los pies dentro de la mesa camilla - me contó su vida ...

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