Media hora de ¨metro¨daba para mucho - apoyada en la puerta del lado que no se abría , de cara al centro , veía pasar las estaciones - así no se me pegaba ningún asqueroso
Instintivamente toqué la solapa del abrigo - si - allí estaba el alfiler . Me dio la idea la hija de mi vecina - una jovencita muy espabilada -
Me cruce con ella un día en la escalera -
Hola Merce - ¿ como te van las cosas , linda ?
Mucho mejor - ahora el que se me pega en el ¨metro¨-¡pinchazo que se lleva¡ -
¿ como es eso ? - le pregunté -
Pues mire siempre llevo un alfiler detrás de la solapa ¿ lo ve ? -
Si , ¿ y que haces con el ?
Silenciosamente , lo cojo y se lo clavo donde puedo - a mi no me vuelven a dejar su desahogo en mi abrigo - ¡Que se lo pongan a su put...perdone ...no quería blasfemar.
¡ buena idea ¡ yo también lo llevaré -pero qué buena idea - hasta luego preciosa -
Es que aquella tarde-noche , llamó a mi puerta toda llorosa - por favor ¿ puede ayudarme?
Si claro, pasa -
¿ me puede limpiar esto ? - un poco al menos - si lo ve mi padre ¡ me mata ¡ -¡ me echará la culpa a mi ¡
Con una esponja húmeda empecé a quitar el desahogo ( como ella lo llamó) -
Lávate la cara - fuera esa lágrimas ...que no se note nada ...y calla .
Calla , le dije - porque hasta los padres te hacían sentir culpable - por ser mujer - calla le dije.
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