Cogí mis zapatos y sentada en el asiento esquinado del ascensor me los puse - ¡ que despacio bajaba ¡ - tenía la sensación de que me perseguía y este trasto ...
Tenía que razonar este miedo - ¡sí´ miedo ¡ - nunca había notado mi corazón golpeando mis sienes - ni temido que al llegar abajo estuviese esperándome - ¡ era miedo ¡ .
Paró por fin en el bajo - ¿que otra cosa podía pasar? si había comprobado cerrojos y candados -
Entré de nuevo en la casa - tiré lo tirable apagué las luces mortecinas , cerré la puerta y miré hacia donde sabía estaba ella - ella y una tetera humeante - dos tazas encima de la mesa camilla
No hacían falta palabras - me senté y serví en las dos tazas aquel té - que no era té .Me sentí más tranquila - podía ser la infusión , pero era otro sentimiento - me sentía sosegada al lado de mi mejor cómplice porque sin palabras ( no hacían falta ) me ofrecía su amistad y ayuda.
De vuelta a casa .
Hasta allí llegaba el sonido de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol - una . dos ...ocho ...demasiado tiempo - en las futuras visitas tendría que acelerar - pisar a fondo el pedal
Si había más visitas ...¿ te quieres olvidar ese temor ? - todo estaba bien ...
Ya sabía que era imposible que escapase - ¿ entonces? - ¡ sus amenazas ¡ -¿ que dijo de que yo no podía haber echo sola todo el tingláo ? - Si dijo algo como ¿ que hijo -puta lo ha preparado ? - lé mataré ¡ me oyes , chochona ¡ le mataré ....
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