Capítulo 5.
-Aquella noche,tumbadas en la manta mirando al cielo para ver con suerte alguna estrella surcando la negrura de la noche,mi nieta casi encima de mi se agarraba a mi cuello con miedo a la oscuridad...
-Abu¿porqué apagan las luces del merendero?-
Si las dejan encendidas no veríamos nada ,el cielo reflejando las luces en él no sería lo mismo...
-¿Y si oimos los gritos?-
-Tranquila...hoy no .¡mira una¡-¿la has visto?-Otra ¡otra¡ mira,mira -Empezó la lluvia como hacía años no la veíamos.¡otra ¡otra...María gritaba ¡se soltó de mi olvidando el miedo¡-
-Yo al verla tan emocionada,le dije al santo ¡gracias Lorenzo¡-duró bastante y la peque se quedó dormida agarrada a mi.-Las personas empezaron a marcharse -a mi me dio pereza despertarla...subirla al coche ,recoger cojines y mantas...me quedaría también dormida,la noche cálida invitaba a ello.-
-¿Y esas luces?-¿y esos murmullos?.¡me desperté rápido¡-las luces eran linternas enfocando a la orilla del lago donde nos poníamos todos en aquella noche mágica ,estaban mirando si quedaba alguien, seguro.
-Tapé con la manta oscura nuestros cuerpos y sin voz le pedí a Lorenzo,ayúdanos por favor.
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