capítulo 36.
-¡A las buenas¡-y tu contestabas-¡a las buenas¡.Estabas tan hermosa con la luz del ocaso,tu mirada se perdía en el lejano mar,con dolor en tus ojos,con nostalgia pero bella entre las bellas.-Con tu delantal de calados.
-¡A las buenas¡-pero no mirabas al hombre cansado a la cara y yo bajaba más la mía...
-Pero ¿como y porqué?-
-Parece que ha llegado la hora de presentarme:Mi nombre es Jorge -soy policia y cumplía la orden de encontrarte.Tardé bastante en dar contigo,además de tener hermosura eres inteligente.Solo tengo rumores,ya sabes,cuentos de viejas-
-¿pero porqué ?-¿cual era la causa ,contesta?
-¡vender a un niño¡-romero bueno-romero santo...Ella misma te denuncio-porque el niño murio y ella rabiosa por perder su ganancia en la reventa ...también me dijo que era mio ...¡no me hagas seguir¡¡por favor¡-Déjame tu cuerpo,déjame tus pechos que por tenerlos entre mis labios he renunciado a todo.
-Yo estoy deseando que tu boca calle y me saque todo el almibar .
-Y nos fundimos de nuevo en un mundo nuestro donde cabalgábamos juntos olvidando el pasado,este era nuestro presente.
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