Sigue.
-Llegué a pensar que todo lo pasado era fruto de mi imaginación,que si habíamos visto mi peque y yo lo de la famosa noche de San Lorenzo,eso no fue un sueño-Pero lo de que se había metido en mi cama el tipo ese cuando quería ...Que entraba y salía y yo me dejaba hacer lo inimaginable...
-¡Eso no podía haber pasado¡.¡si estaba mi nieta¡-mi deseo de hombre,eso era -y yo estaba a punto de no saber lo que era realidad -que tomase posesión del ático para sus trapisondeos eso también realidad,otras más cosas demostrables pero que entrase dentro de mi .
-Esa noche -si venía Juan Carlos -le diría mi decisión -tenía que alejarme de aquí-
-El otoño en Madrid era imprevisible.nunca sabías lo que el tiempo querría hacer .Pero eso no sería novedad para mí.Me sabía de sobra donde daba la vuelta el aire -pero también donde encontrar refugio.En la cuesta la ciega...donde se veian las mejores puestas de sol del mundo-pero si el viento estaba en calma,no como aquel día -era yo tan joven-aquel día llevaba yo una pamela en la mano,y la vi volar y volar como si de un ave se tratase-yo la seguí envidiándola.
-Entre los brazos sin sexo,solo abrazados,le dije -hoy necesito más que nunca que me dejes tu huella ,que lo hagamos hasta que salga la aurora y envidie mi dicha-que me dure el sabor de tus besos y de tu lengua recorriendo mis pechos y...volé como la pamela ,haciéndole giros al aire.
-Y eso no fue fruto de mi imaginación.
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