Capítulo 25.
-Lo único puro y limpio en aquella casa era Iraida,llagaba a tal punto su nobleza conmigo que me agarré a ella jurándome que ningún baboso la tocaría.-Encontramos otra mujer en el pueblo que viniese a limpiar,cocinar ...no quería que estuviese sola ni un minuto-y tenía que vigilar al animal de Tino.A ese tenía pensar en darle una nueva versión a su vida.
-Mi carácter se fue agriando-tenía que estar alerta,tantos frentes que defender-sabía que mis hijas estaban bien,pero no a mi lado,mi fiel Pepa tampoco-solo nostalgia...no cantaba,no reía -solo esperaba la puesta del sol para sentarme mirando al mar donde sabía o quería saber,que por ese mar vendría algún principe azul para darme el beso amoroso y.librarme de todos los maleficios
-Pero tampoco ese día pasó nadie por la vereda ¡deja de soñar,me dije¡Tienes un cadáver ¡-¿que piensas hacer?-¿esperas que un principe-azul te resuelva este problema?.
-Desahogue mi furia con Tino,fui brutal hasta conseguir mil maneras de gozar,le dejé rendido y dispuesto a librarme del estorbo del cadaver-solo pensaba mientras rozaba lo imposible para olvidar -cuando poseía o me poseían olvidaba todo como una drogadicta.-..
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