capítulo 7.
-Salí temprano.-Con un bolso grande donde metí mis cosas dejando ropas y zapatos propias de mi trabajo.-No podía dar a entender que no volveria ,dejé mucho ,pero me llevé la cartera del finado y mi lápiz de labios color sangre.
-Me fui directa al aeropuerto -Tenía muchas dudas ¿donde iria?-pensé que sería conveniente hacer como los saltamontes-saltar .
-Desde mi ventanilla del avión miré abajo,vi la cúpula del Vaticano y Le dije sin voz:No me hagas más putadas ¿vale?.-
-A mi lado estaba un señor elegante y bien educado -de unos cincuenta -saludó y pidio prensa,-al pasar el carrito ofreciendo bebidas yo escogí una coca y el un coñac -al ir a pagar me dijo¿permite mi invitación?-
-Si, gracias-
-De nuevo se enfrascó en la lectura y ni una palabra más-Me descolocó,-
-¿cuantos clientes tuve que empezaron así,acabando desplomados de gusto por mis caricias ?-Sobre todos los casados,y este llevaba anillo-
-Esto me puso a cien -le desee como un animal en celo,-¡Yo que nunca me encelaba en mi trabajo¡-Pero me pasó como al que prueba la droga...Ahora lo necesitaba.
-Se levanto para ir al lavabo ¡que polvazo tenía¡-Dejé pasar unos minutos y fui yo también ,necesitaba refrescarme .-
-Se abrio la puerta y una mano fuerte tiró de mi metiendome con prisa al pequeño espacio .En unos segundos y sin decir nada levantó mi falda ,metio su palo ¿era un palo? y llegó hasta donde me hizo ver que esa droga era maravillosa.-Ni una palabra-Se recompuso y salio .-Yo me quede sentada en la taza.-
-mis muslos tenían su ser-
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