Capítulo 10.
-Era desesperante ese hijo llorando todo el día y toda la noche.Ni en mis brazos,meterle en la cuna y mecerla ...Para poder gozar del sexo con ese ruido Pepa me ayudaba-le daba de vez en cuando con la pata a la cuna para que se meciese .-pero a mi se me cortaban las ganas y solo deseaba acabar pronto.
-Mi cómplice y confidente parecía sentirse culpable-sus ojos color caramelo hablaban-Al cerrar la puerta al que había intentado pasar una noche de ensueño con mi cuerpo y mis locuras,me senté en el suelo al lado de mi amiga -
-No te sientas mal-puede que sea un bien para mi,vamos a intentar dormir como las niñas -que no podemos seguir sin descansar -
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